Por mi trabajo, he asistido a múltiples actos y cursos de formación. En un curso de medicina celular, un médico me explicó que una célula cancerosa en una placa de Petrie es inmortal. Aquello disparó mi imaginación y me puse a investigar.

Y lo que descubrí me dejó helado. Hay investigaciones reales que han operado en sujetos vivos con cancer para tratar de mantener las células vivas aunque corruptas con el fin de conseguir la inmortalidad. No es ninguna ficción. la realidad la supera ampliamente.

Eso nos da explicaciones racionales a fenómenos ficticios como los zombies.

Pero hay más. el COVID nos ha demostrado que los virus pueden ser más letales que las bombas y más terroríficos que cualquier invención literaria. ¿Y si consideramos el vampirismo como un virus? Ya no suena tan irreal. ¿A que no?

Esta novela recoge todo esto, con hechos reales (de los que alguno he sido testigo) y personajes reales, como el jefe de los exorcistas de París, cuyo nombre cambié un poquito por razones de privacidad.

La novela ha tenido unas críticas increíbles, pero las ventas no han ido acorde. ¿Por qué? Siempre digo lo mismo: Fijaos si la novela de terror es buena que viene con su propio maleficio: Salió a la venta la fecha maldita del 15 de marzo del 2020, el día del decretado cierre por COVID. Fue un mazazo para la literatura y la novela resultó imposible de levantar a efectos de marketing. Una pena, sobre todo por el esfuerzo que Ediciones Alfar puso en ella.

Sin embargo os motivo a leerla y pasároslo tan bien como yo me lo pasé escribiéndola.

Por cierto... El diseño de la portada es mío.